domingo, 7 de septiembre de 2014

ALIMENTACION DEL NIÑO SANO 4- 6 MESES

ALIMENTACION EN EL PRIMER AÑO DE VIDA
4-6 MESES

Entre los 4-6 meses (para algunos a partir del 5 mes) se comienza con la alimentación complementaria o ablactación,  porque a esta edad, la lactancia exclusivamente puede empezar a ser insuficiente para el aumento de calorías y nutrientes que precisa el niño para crecer correctamente (aunque podría alimentarse solo con leche todavía, requeriría un volumen muy elevado).

La alimentación complementaria se inicia con cereales sin gluten y/o frutas,  y no debe retrasarse más de los 6 meses, y en ningún caso más allá de los 8 meses de edad.

La lactancia materna se puede (y es mejor) mantenerla a pesar de comenzar con la alimentación complementaria. Si se decide pasar a leche de fórmula, se hace a partir de los 4 a 6 meses, asegurando al menos unos 500 c.c. de leche al día, hasta cumplir los 3 años
La introducción de nuevos alimentos se hará de forma progresiva, para ir detectando las posibles alergias alimentarías. En este sentido, el gluten nunca se introducirá antes de los 8 meses.
·      Papilla de cereales sin gluten:
Si el bebé está con lactancia materna puede preparar la papilla con leche materna extraída (con sacaleches o manualmente) o con la leche de iniciación que le indique su pediatra. Si está con lactancia artificial, preparar la papilla con su leche habitual y cereales sin gluten. Espesar progresivamente la leche y dar con cucharita.
Las primeras papillas se preparan, de diferentes maneras:
-          Mezclar 2 cucharaditas de cereal sin gluten (arroz, maíz y tapioca) por cada 100 ml de leche, comprobando la tolerancia, para ir poco a poco espesando la papilla con 5 a 9 cucharaditas por cada 100 ml. Ofrecer 1 a 2 veces al día.

-          Añadir en dos de las tomas de leche habituales: Se prepara el biberón de la forma acostumbrada y se añade dos cucharadas o cacitos de cereales sin gluten. Agitar el biberón para lograr su completa disolución. Uno de los biberones (habitualmente el de la noche) puede espesarse de forma progresiva, hasta conseguir una textura para dar con cuchara (5-6 cacitos de cereal).
·         Papilla de fruta natural:
 La papilla de fruta es un complemento  a una de las tomas de leche que hace habitualmente el bebe. Se comienza  con naranjas, plátanos, peras y manzanas. Inicialmente se dan en forma de zumo y con cuchara, y se deben introducir una a una para comprobar su tolerancia.
Se prepara, empezando con media unidad de fruta seleccionada (manzana, pera o plátano) y zumo de naranja o en su leche habitual, o diluida en agua;   progresivamente se aumenta la cantidad de fruta hasta llegar a una pieza entera, quedando una papilla espesa. Si se prepara con zumo de naranja no añadir leche. No añadir miel, leche condensada, azúcar, cereales ni galletas. Se deben evitar frutas del tipo de fresas, fresones, melocotones y albaricoques, por su capacidad alergizante.
El orden de introducción de la alimentación complementaria es variable y depende de las características específicas de cada niño.

Recordar:
  • No preparar con demasiada antelación los alimentos, ya que corren el riesgo de contaminarse.
  • Prepararlos poco tiempo antes, y si no es posible, dejarlos en la nevera hasta su consumo.
  • Nunca recalentarlos por segunda vez.
  • Lavarse correctamente las manos antes de prepararlos, y siempre después de ir al servicio, independientemente de que se vaya a preparar la comida del niño o no, ya que el lavado de manos es la medida higiénica más simple y efectiva para evitar la propagación de enfermedades infecciosas en el hogar.
Un aspecto a tener en cuenta es que en las primeras fases de esta alimentación complementaria, es normal que el niño se canse de la cuchara y tome mejor la leche,  por ello los niños precisan de un periodo de adaptación, siendo normal que  se cansen con la cuchara al iniciar el proceso alimentario y en cambio tomen bien el biberón. Simplemente, hay que tener paciencia.

Se ha de ir sustituyendo, de una en una, las tomas de leche que recibe el lactante por los distintos componentes de la alimentación complementaria (papilla de cereales, fruta, puré de verdura…), de forma paulatina, con intervalo suficiente para que el niño vaya aceptando los nuevos alimentos, probando su tolerancia antes de introducir uno nuevo y dando tiempo a la adaptación de su organismo.

En este periodo es muy importante permitir que la cantidad de alimento pueda variar de un día a otro y de una semana a otra, según el apetito.


Un detalle importante: no añadir sal a la comida durante el primer año

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